Terror y Horror en la experiencia analítica

Decidí escribir sobre el miedo, el terror y el horror porque estos conceptos son fundamentales en la terapia psicológica, aunque a menudo se les da una connotación negativa. El miedo se relaciona con lo incierto, mientras que el terror está asociado con la angustia que sentimos ante lo desconocido, mientras que el horror es la reacción ante algo ya revelado, algo perturbador. En la terapia, exploramos estos sentimientos no para eliminarlos, sino para entenderlos y darles un nuevo sentido. El proceso terapéutico nos ayuda a enfrentar el terror de nuestro inconsciente, dándole un espacio para ser comprendido y transformado. Al final, lo que buscamos es que estos sentimientos, aunque difíciles, puedan ser vividos de manera que no interfieran en nuestros procesos personales.

Psicólogo Roberto Micheel Domínguez Partida

4/21/20254 min read

Decidí titular así el escrito ya que entiendo que la experiencia de la terapia psicológica es gratificante desde el inicio o ya cuando llevas un tramo avanzado. En lo que le vas agarrando el gusto puedes sentir otras cosas, entre ellas puede estar el miedo y de la mano va el horror y terror, conceptos que quiero explicar.

El miedo, así como otras emociones, nos acompañan en diversos momentos de nuestras vidas. Decidí hablar de ello ya que generalmente se le da una connotación negativa, incluso cuando lo disfrutamos (con películas o libros de terror por ejemplo), pero tiene distintos matices.

Importante aquí diferenciar el terror del horror. Terror hace referencia al miedo anticipado, se asocia con lo desconocido o lo incierto. Surge cuando algo puede suceder pero no ha ocurrido. El horror es la respuesta a algo ya revelado, repugnante o perturbador, la reacción al descubrir algo espantoso. En el psicoanálisis podemos pensarlos desde la angustia. La angustia previa iría de la mano con el terror ya que es la preparación psíquica a la aproximación de un peligro, o sentimiento de lo incierto, externo como estímulos o interno en lo reprimido en el inconsciente ¿es algo negativo? No necesariamente, ya que puede eliminar una antigua expectativa angustiante y dominarla psíquicamente, reducirla a una expectativa angustiante actual. También puede dar seguridad para que la angustia final no ocurra con demasiada intensidad. Así que, la angustia final ligada al horror, es la reacción de cara a una situación de peligro, confrontar con lo abyecto (concepto que hablaré en otro escrito), lo reprimido o negado. Reacción a situaciones que desafían las normas sociales o de la psique, como una exposición del sujeto a lo que considere perturbador. El horror es más directo, empuja al sujeto a hacer frente a lo inconsciente, lo reprimido. Juana Inés Ayala en su artículo “El psicoanálisis es un horror ¿cómo llevarlo a los niños?” explica “el psicoanálisis subvierte - para construir - la estructura misma de lo subjetivo y, en el camino, el sufrimiento amaina y el síntoma se desvanece, queda removido, y justo ahí, cuando se tiene la impresión de un punto de arribo, toma lugar la operación inversa.” Como vemos, llegar al horror implica un proceso, remover cosas, quitar el tapete donde cada vez que barremos echamos el polvo debajo y solo se va amontonando y cuando lo quitamos, descubrimos toda la suciedad que no quisimos ver, nos aterroriza.

Se marca un antes y un después en un hecho, lo que siento por lo que pienso que puede pasar y después lo que siento por lo que pienso de lo que pasó. Cada pensamiento, emoción, viene de una huella, hecha de experiencias que muchas veces no sabemos que las tenemos o por qué están ahí. Desde el psicoanálisis tratamos de entender todo esto, aunque sabiendo que podemos terminar no entendiéndolo pero algo satisfechos de que estamos seguros de no saberlo, aunque sea por ahora y que nos caiga el veinte más adelante.

Lo pienso así, hay un hueco en mi ser, no se qué lo provocó, ni desde cuándo está ahí, pero al explorar sus alrededores sé qué ámbitos me afectan, siguiendo sin saber qué hay dentro de ese hueco, pero viviendo con ello en mí.

Importante remarcar lo que nos puede llevar a buscar un psicoanálisis. No tenemos que vivir un evento fuerte para que se genere un trauma, para que se rompa nuestra barrera psíquica. Hay estímulos bajos que causan un fuerte impacto, esto es porque la intensidad de la angustia, del terror, va de la mano con el significado en el procesamiento psíquico. Por ejemplo, alguien que está en un nuevo trabajo, todo apunta a que es algo para premiarse, disfrutar, pero entre esos estímulos externos algo despierta en el sujeto que le hace dudar si sigue ahí, si falta, si se reporta enfermo, etc. Otros le cuestionarán ya que es una grandiosa oportunidad, pero habría que preguntar ¿todo esto qué significado tiene para el sujeto? Ahí inicia el proceso analítico, no es al tener la primera sesión sino cuando se genera un deseo, aquí puede ser difícil de ver por el miedo o la angustia, pero se abrió, despertó algo que demanda análisis, explorar aquello sepultado hace tiempo que retorna con otro rostro, un rostro con una máscara que hay que remover y entender de dónde viene ese terror.

Por eso diferenciar terror y horror. Casos donde el adulto habla de momentos de su infancia, de un terror a algo, ese algo pasó y se convirtió en horror, un horror que lo ha ido acompañando a lo largo de su vida e incluso lo traba en sus procesos personales, amorosos, educativos, laborales, etc. Llega a su psicoanálisis ya que lo familiar se está volviendo tenebroso, ominoso podemos decir. A través de la palabra no vamos a tapar ese hueco, ese vacío que consume, sino para darle un nuevo sentido y que pueda vivir con ello, incluso que sea potencia y ahora sí, sus procesos personales no serán horrorosos, tal vez todavía con un poco de terror, pero sabiendo recibir con otras manos, con otra escucha, y que ese sujeto pueda afrontar y salir victorioso.

En fin, podemos seguir asociando el terror/horror con muchos conceptos más, pero siento que por el momento he logrado transmitir lo que llevo pensando desde hace unos años. Lo demás lo dejaré pendiente, en suspenso (otro género que me gustaría explorar desde el psicoanálisis, la literatura y el cine).